Estados Unidos decidió extender hasta el 1 de agosto de 2025 la aplicación del arancel del 10 % sobre productos
ecuatorianos, que originalmente vencía el 9 de julio. Esta prórroga busca dar más tiempo a las negociaciones entre ambos países para lograr una reducción o eliminación de la medida, que afecta especialmente al sector agrícola y productos como el banano.
El arancel fue impuesto en abril bajo la política de “aranceles recíprocos” por la administración de Donald Trump a más de 180 países sin acuerdo comercial con EE. UU., entre ellos Ecuador. Desde entonces, el gobierno ecuatoriano ha mantenido una agenda activa de diálogo técnico, encabezada por el ministro de Producción, Luis Alberto Jaramillo.
Según el exministro Daniel Legarda, es clave que las empresas ecuatorianas preparen escenarios de mediano plazo ante la incertidumbre, ya que el país sigue sujeto a la sobretasa mientras se revisan prácticas comerciales que EE. UU. considera desleales.
Entre los puntos críticos señalados por la Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR) se incluyen:
Ecuador ha tomado algunas medidas correctivas, como la reducción unilateral del arancel a vehículos importados desde EE. UU., en señal de apertura.
No obstante, si no se llega a un acuerdo antes del 1 de agosto, las exportaciones ecuatorianas podrían enfrentar tarifas aún más altas, afectando su competitividad en el mercado estadounidense.
Fuente: Diario al hora
