Los trabajadores portuarios abandonaron los puertos principales de la costa este y el Golfo de Estados Unidos
en una huelga que podría impactar la economía estadounidense y causar agitación política semanas antes de las elecciones presidenciales.
La huelga afecta 36 puertos, responsables de manejar hasta la mitad del comercio de EE. UU., paralizando operaciones de contenedores y envíos de automóviles. No se verán afectados los suministros de energía y carga a granel, y se harán excepciones para bienes militares y cruceros. Las pérdidas económicas diarias por el paro se estiman entre 3,800 y 4,500 millones de dólares.
Los portuarios exigen salarios más altos y rechazan la automatización en el nuevo contrato laboral. El sindicato ILA, liderado por Harold Daggett, había advertido sobre la huelga desde junio. Las empresas han ofrecido mejoras, pero el sindicato las considera insuficientes.
Aunque la Casa Blanca ha intervenido en las negociaciones, el presidente Joe Biden ha declarado que no usará su autoridad para ordenar el regreso de los trabajadores mientras continúan las conversaciones. Las industrias del comercio y transporte instan al gobierno a intervenir para limitar los daños de la huelga.
La Asociación Nacional de Fabricantes estima que el paro afecta 2,100 millones de dólares en comercio diario, pudiendo reducir el PIB hasta 5,000 millones por día. Las operaciones portuarias ya se reorientaron, desviando mercancías a la costa oeste para mitigar riesgos.
Fuente: Emol.com